Rusia cuenta con una enorme infraestructura energética, pero una reciente ola de averías ha dejado a muchos ciudadanos luchando contra las temperaturas heladas dentro de sus hogares.
Miles de rusos se han visto afectados por fallas en los sistemas de calefacción en todo el país, mientras viven uno de los inviernos más fríos en décadas.
La ola de averías comenzó en diciembre y no hay señales de que pronto llegue a su fin. Esta semana, al menos 16 personas sufrieron quemaduras en la ciudad de Nizhni Nóvgorod, después de que una larga tubería de calefacción explotara, derramando agua hirviendo en las calles.
La falla en la cañería también dejó más de 3.000 personas sin calefacción, de acuerdo con el canal de noticias local Telegram. Este servicio de mensajería es una de las pocas plataformas que los rusos usan para obtener información no censurada.
Un día antes, otro incidente en la ciudad de Oriol desconectó del sistema de calefacción a hogares, jardines de niños y una escuela.
Sin calefacción durante días
La avería más grave tuvo lugar en Klimovsk, a unos 50 kilómetros de Moscú. El cuatro de enero, las temperaturas cayeron hasta los 34 grados Celsius bajo cero, las más frías registradas en el área en, por lo menos, cuatro décadas.
Ese día, falló una planta de calefacción en Klimovsk, dejando unas 20.000 personas, de un distrito de 50.000 residentes, sin calefacción. Miles de afectados permanecieron así durante varios días.
También en otras ciudades las interrupciones en los servicios de calefacción han durado días. Como señal de protesta, los habitantes de la ciudad de Elektrostal prendieron fogatas delante de sus edificios.
En Klimovsk, un fallo en una planta dejó unas 20.000 personas sin calefacción en invierno.Imagen: Evgenia Novozhenina/REUTERS
Fábrica de municiones provee calefacción
La respuesta de las autoridades ha sido lenta. Apenas tres días después del incidente en Klimovsk, el gobernador del óblast de Moscú publicó una declaración oficial acusando a los dueños privados de la sala de calderas del fallo. Las autoridades, aseguró, han iniciado una investigación.
Al parecer, el accidente incluso llamó la atención del presidente ruso, Vladimir Putin, quien ordenó al gobernador a nacionalizar las instalaciones de calefacción.
No obstante, la respuesta tardía también podría estar relacionada con la localización sensible de la planta, que opera dentro de las instalaciones de una fábrica de municiones activa. Este tipo de arreglos entre la industria militar y la infraestructura civil era relativamente común en tiempos de la Unión Soviética.
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Posible conexión entre Klimovsk y el Kremlin
La fábrica de municiones fue privatizada en 2001 y no se ha hecho pública la actual estructura administrativa. Sin embargo, informes no confirmados de medios rusos indican que los gerentes de la fábrica tienen conexiones con la cúpula del Kremlin. Su director, Igor Kushnikov, es un excoronel del servicio de inteligencia ruso, según medios.
Al parecer, la semana pasada fueron detenidos Kushnikov y el gerente de la sala de calderas, Alexander Chikov.
Infraestructura de la era soviética
Expertos habían advertido del pobre mantenimiento del sistema de calefacción en Rusia, que estaría rebasado, sobre todo en aquellas áreas donde la población ha aumentado masivamente desde los tiempos soviéticos.
En la actualidad, en algunas partes del país aún se usan cañerías de acero que han rebasado los 25 años de vida pronosticados, de acuerdo con el periódico online ruso The Bell.
El medio cita cifras oficiales, según las cuales, un tres por ciento de la red de calefacción, agua y saneamiento es clasificado cada año como en "estado de emergencia". A pesar de ello, solo entre un uno por ciento y un dos por ciento está siendo modernizado.
Crisis energética
Si bien cada invierno suelen registrarse incidentes relacionados con la calefacción en Rusia, en esta temporada se han multiplicado las fallas en varias ciudades.
El tema también despierta emociones en un país que tradicionalmente se entiende como superpotencia energética. Tras la invasión rusa en Ucrania, propagandistas del Kremlin advirtieron a la Unión Europea que sus sanciones sobre las importaciones de gas ruso dejarían a Europa sin calefacción en el invierno.
No obstante, tras casi dos años de guerra, el suministro energético parece estar asegurado en Europa, mientras las autoridades rusas luchan por solucionar la crisis de calefacción.
(vt/ms)
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