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¿Por qué es bueno tener pesadillas?

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Es bueno tener pesadillas

Los sueños son algo que no podemos evitar en nuestra fase de descanso. Como tampoco podemos evitar tener pesadillas durante las horas de descanso por mucho que intentemos evitarlos.

Durante esta época de pandemia que llevamos sufriendo desde hace más de un año, numerosos estudios sobre el sueño han reflejado que la población ha comenzado a tener más pesadillas de lo normal, relacionadas en muchos casos, con el propio problemas del coronavirus.

El pasado enero se confirmó un estudio realizado a médicos y enfermeras que trabajan en la ciudad de Wuhan, donde más de una cuarta parte de los encuestados presentaron pesadillas frecuentes.

Investigadoras como Rachelle Ho, en la Universidad de McMaster en Canadá, reportaron que para aquellas personas que han estado en primera línea durante la pandemia, el año 2020 resultó ser un período de «estrés crónico» para ellos, y desarrollaron más pesadillas de lo común.

¿Por qué es buen tener pesadillas?

El tener pesadillas no quiere decir que sea malo o negativo para nosotros. Muchas de estos sueños están vinculados a enfermedades mentales, pero normalmente, tener pesadillas sirven para procesar las emociones que estamos viviendo en nuestro día a día.

A esta conclusión ha llegado la psicóloga Joanne Davis, de la Universidad de Tulsa, que estudia cómo nos afecta el tener malos sueños o sueños más normales.

Según Davis, mientras soñamos nuestro cerebro organiza y archiva nuestros recuerdos del día anterior y los mezcla con nuestros recuerdos.

Concretamente en la fase REM, justo antes de despertarnos o en el momento cuando entramos en una fase de sueño profundo, es cuando se produce este almacenaje que se convierte en los argumentos de nuestros sueños y pesadillas.

Esto hace, según la hipótesis de Davis, que la fase REM fortalezca nuestros recuerdos emocionales y ayuda a atenuar nuestras reacciones emocionales en el futuro.

Digamos que, después de un mal sueño, nuestro cerebro nos prepara para tener miedo, nos entrena para las situaciones de la vida real que nos puedan venir mal.

Malos sueños crónicos

En estas hipótesis realizadas por Joanne Davis, se diferencia entre pesadillas esporádicas y pesadillas crónicas. «Tu cerebro puede tener la intención de procesar este evento emotivo, pero se atasca porque te despiertas en medio de él, por lo que no lo ves del todo» comenta Davis, que señala que las pesadillas crónicas pueden causar problemas en nuestro día a día.

Con esto advierte que una forma de arreglar nuestros problemas es intentar arreglar las pesadillas crónicas para enfrentarnos a la realidad de problemas como depresión o abuso de sustancias.

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