Aunque ahora el tener pelaje es característico de los mamíferos, los humanos evolucionamos para perder ese vello corporal. Pero todos nuestros antepasados tenían mucho pelaje. ¿Por qué lo perdimos? Ahora, según un nuevo estudio sobre mamíferos relativamente sin pelo, contamos aún con esos genes, pero, al parecer, han sido apagados: los genes responsables del crecimiento del cabello en el cuerpo han sido desactivados, según reza en un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Utah y la Universidad de Pittsburgh y que ha sido publicado en la revista eLife.
Para identificar regiones genómicas que parecen haber evolucionado a un ritmo evolutivo más rápido o más lento a lo largo de linajes sin pelo, los científicos escanearon los genomas de múltiples especies de mamíferos; analizaron 19.149 genes y 343.598 regiones reguladoras en docenas de mamíferos en busca de genes que evolucionaron más rápido que otros. Descubrieron que muchas especies sin pelo, como los elefantes, tienen mutaciones en muchos de los mismos genes, incluidos algunos ya conocidos por construir tallos de cabello y hacer crecer el cabello. Así, identificaron una serie de genes que codifican proteínas, así como regiones no codificantes que podrían explicar cómo evolucionó la falta de pelo en los mamíferos.
“Hemos adoptado el enfoque creativo de utilizar la diversidad biológica para aprender sobre nuestra propia genética”, afirma Nathan Clark, genetista humano de U Health que llevó a cabo gran parte de la investigación mientras estaba en la Universidad de Pittsburgh con Amanda Kowalczyk y Maria Chikina. “Esto nos está ayudando a identificar regiones de nuestro genoma que contribuyen a algo importante para nosotros”.
Evolución convergente
Y la estrategia evolutiva no es solo territorio humano. También ha sucedido, al menos, nueve veces, en mamíferos de distintas ramas del árbol evolutivo, como los antepasados de los rinocerontes, los hipopótamos, las ratas topo desnudas o los delfines, desactivaron un conjunto común de genes con el fin de mudar su cabello y piel.
Este resurgimiento de un rasgo a través de linajes no relacionados se conoce como evolución convergente. ¿Y qué ventajas tiene? Para los elefantes, por ejemplo, es una forma de perder calor más rápido (es más fácil refrescarse en climas cálidos); para los mamíferos marinos, significa menos resistencia para moverse en el agua; y para nosotros, muchos otros, como la termorregulación y la reducción de parásitos en el cuerpo.
“Hay una buena cantidad de genes de los que no sabemos mucho sobre ellos. Creemos que podrían tener funciones en el crecimiento y mantenimiento del cabello. Algunos cambios genéticos podrían ser responsables de la pérdida de cabello. Otros podrían ser daños colaterales después de que el cabello deja de crecer”, apuntan los expertos.
El equipo está utilizando el mismo enfoque para definir las regiones genéticas involucradas en la prevención del cáncer, la extensión de la vida útil y la comprensión de otras condiciones de salud. “Esta es una forma de determinar los mecanismos genéticos globales que subyacen a diferentes características”, explican los investigadores.
Comments