Elige. Puedes recibir 20.000 pesos ahora, u 80.000 dentro de dos semanas. ¿Cuál es tu respuesta? Según una investigación realizada por científicos de Harvard, depende del hambre que tengas.
Una hormona secretada por el estómago nos vuelve más impulsivos a la hora de tomar decisiones que tienen que ver con dinero. En el estudio, los investigadores del Hospital general de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard han comprobado que la grelina, la hormona que regula el apetito, podría condicionar las decisiones que tomamos, sobre todo si tienen recompensa.
La grelina es una hormona secretada por el estómago. Una de sus funciones es regular el metabolismo energético, ya que actúa sobre el área del cerebro que controla el apetito. Un aumento de la liberación de grelina conduce a mayor sensación de hambre.
La grelina producida por el estómago viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro donde se encuentran los receptores para esta hormona. Los receptores de grelina participan en la vía mesolímbica, más conocida como el sistema de recompensa del cerebro. Su activación conduce a la sensación de gratificación.
Estudios anteriores han demostrado que la administración de grelina en ratas aumenta su comportamiento impulsivo, pero ¿cómo afecta esta hormona a la toma de decisiones en los humanos?
LOS ALTOS NIVELES DE GRELINA NOS HACEN IMPULSIVOS
Para investigar si existe relación entre los niveles de grelina los científicos seleccionaron a dos grupos de mujeres, unas sanas y otras con trastornos de la alimentación que producen bajo peso. Se ha comprobado que estas últimas pacientes tienen altos niveles de grelina, pero son resistentes a los efectos de esta hormona.
A continuación analizaron los niveles de grelina en las voluntarias antes y después de una comida, para la que habían ayunado previamente. Tras haber comido, las participantes tuvieron que tomar una serie de decisiones financieras. Por ejemplo, si preferían ganar 20 dólares en ese mismo momento, u 80 dólares tras esperar 14 días.
Los resultados mostraron que las mujeres sanas que tenían altos niveles de grelina eran más propensas a elegir la recompensa inmediata, aunque fuera más pequeña. El doctor Plessow dijo que esta preferencia indicaba que las decisiones son más impulsivas.
Por el contrario en aquellas participantes que tenían un trastorno alimentario, no existía relación entre los altos niveles de grelina y las decisiones monetarias. Es decir, cuando la grelina no hacía efecto, las decisiones no se veían influidas por el hambre. Este descubrimiento podría ser otro indicador de la relación entre la señalización de la grelina en el cerebro y el comportamiento de las personas.
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