Nadie conoce el origen del Tunche, pero se cree que esta criatura puede ser un alma en pena o un poderoso brujo. Suele buscar víctimas entre los viajeros solitarios que transitan por la selva de noche. Se presenta con forma de un pariente o amigo y los lleva hacia su guarida, de donde ya no saldrán más. Es reconocible por un particular silbido. (Foto: Istock)
El yacuruna. Se cree que este espíritu, que vive en las profundidades de los ríos y lagos, es uno de los más poderosos de la selva. El yacaruna –que en quechua significa “hombre del agua”– viaja sobre el lomo de un inmenso cocodrilo negro y manda sobre todos los animales acuáticos. Este ser mitológico toma forma humana cuando quiere seducir a una víctima y llevarla a su reino bajo el agua. (Foto: Istock)
El bufeo colorado o delfín rosado. Este popular animal que vive en los ríos de la Amazonía norte del Perú forma parte del imaginario mitológico de la región de Loreto. La leyenda cuenta que se trata de un ser encantado capaz de tomar forma humana para enamorar a las mujeres jóvenes. Si la mujer cae bajo los encantos del bufeo y no recibe ayuda de un curandero, buscará encontrarse con su “amor” en el fondo del río. (Foto: Istock)
El simpira. Este ser mitológico de la selva peruana parece un enorme jaguar negro cuyas patas delanteras son de color blanco y tienen forma de tirabuzón. Estas pueden extenderse de manera desproporcionada para atrapar a sus víctimas en la selva. (Foto: Istock)
La Runamula. Esta leyenda nace con la llegada de los primeros misioneros españoles a la selva. Se dice que una mujer que mantenía relaciones extramaritales con un misionero fue convertida en un ser monstruoso por acción diabólica. Cuando hay luna llena la mujer se transforma en Runamula – un ser mitad mujer, mitad mula – y atormenta a los pobladores con sus rebuznos terroríficos. Las mujeres que son víctimas de este maleficio no logran recordar nada de las noches de luna llena. (Foto: Istock)
Motelo Mamá. Es una especie de tortuga tan grande que sobre su caparazón se extiende una parte de la selva. Una variante de este mito loretano dice que la ciudad de Iquitos – que es una isla – está establecida sobre la Motelo Mamá, y que cada vez que se mueve ocasiona un temblor. (Foto: Istock)
El Chullachaqui. Se cree que este ser mágico es un demonio de la selva, pequeño de estatura y viste una capucha. Suele pasar desapercibido trabajando en chacras o vagabundeando por el monte. Sin embargo, cuando decide buscar una víctima, es capaz de transformarse en cualquier animal o persona. Así logra llevar con engaños o amenazas a su víctima hasta su guarida. Se le reconoce por su pata de cabra, que esconde entre sus ropas. (Foto: Istock)
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